sábado, 6 de enero de 2018

La Primera Guerra Mundial: textos para la Paz

TEXTO 1: Los 14 puntos de Wilson (enero de 1918)


Lo que nosotros pedimos en esta guerra no es, pues, ningún provecho que nos beneficie a nosotros solos. El mundo debe ordenarse de manera que la vida en él esté asegurada; particularmente queremos que los pueblos que, como nosotros, aman la paz y quieren vivir su propia vida y desean decidir por si mismo su propia constitución, permanezcan intactos y puedan esperar de los otros pueblos justicia y respeto (…) Nuestro programa es pues el programa de la paz mundial, que a nuestro juicio es la única posible, y se compone de los siguientes puntos:
1. Todos los tratados de paz son públicos y se conciertan públicamente (…). La diplomacia debe ser siempre abierta y llevarse ante la publicidad del mundo entero.
2. Completa libertad de navegación en el mar fuera de las aguas territoriales, 3. La mayor eliminación posible de todas las barreras económicas y el establecimiento de la igualdad en las relaciones comerciales entre aquellas naciones que se adhieran a la paz y se unan para su mantenimiento.
4. Garantías mutuas adecuadas para reducir los armamentos de cada país al mínimo compatible con la seguridad interior.
5. Libre, magnánima y absolutamente imparcial renuncia a todas las pretensiones coloniales.
6. Evacuación de todo el territorio ruso (…)
7. Bélgica debe -y en esto, coincide el mundo entero- ser evacuada y restaurada, sin que nunca se Intente por nadie limitar su soberanía, de la que disfruta por igual modo que todas las demás naciones libres.
8. Toda la región francesa debe ser evacuada, y las partes que han sufrido la guerra deben ser restauradas.
9. La rectificación de las fronteras italianas debe acometerse según las líneas de separación que claramente circunscriben las nacionalidades.
10. A los pueblos de Austria-Hungría, cuyo puesto deseamos asegurar entre las demás naciones, debe dárseles la primera ocasión favorable para su desenvolvimiento autonómico.
11. Rumanía, Servia y Montenegro deben ser evacuados y las regiones ocupadas deben ser restauradas. Servia debe recibir un acceso libre y seguro al mar; las relaciones mutuas entre los Estados Balcánicos deben determinarse por tráfico amistoso (…)
12. Para las partes turcas del actual imperio osmanlí debe asegurarse una independencia absoluta (…)Los Dardanelos deben abrirse permanentemente al Ubre paso bajo garantías internacionales para los barcos mercantes de todas las naciones.
13. Debe crearse un Estado polaco independiente que comprenda todas las regiones habitadas por población indiscutiblemente polaca; debe proporcionársele libre y seguro acceso al mar

14. Debe crearse por conciertos particulares una unión general de las naciones, de suerte que se establezca una seguridad mutua para la independencia política y la intangibilidad territorial de las naciones grandes y pequeñas.»

TEXTO 2: La paz según Lloyd George (Sesión del Consejo de los Cuatro, 25 de marzo de 1919)

"Si somos prudentes, ofreceremos a Alemania una paz que, además de ser justa, sea para toda persona sensata una alternativa preferible al bolchevismo. Yo quisiera pues, colocar en el frontispicio de la paz la idea siguiente: desde el momento en que Alemania acepte nuestras condiciones, especialmente la de las reparaciones, nosotros le abriremos el acceso a las materias primas y a los mercados de todo el mundo en plano de igualdad con nosotros y haremos todo lo que esté en nuestra mano para que el pueblo alemán pueda ser capaz de ponerse de nuevo en pie. Lo que no podemos hacer es destruirlo y esperar encima que nos pague. A fin de cuentas hemos de proponer unas condiciones tales que un gobierno alemán consciente de sus responsabilidades pueda considerarse capaz de ejecutarlas. Si nosotros presentamos a Alemania unas condiciones injustas o excesivamente onerosas, ningún gobierno consciente de sus responsabilidades querrá firmarlas (...). 

TEXTO 3: La paz según George Clemenceau (Sesión del Consejo de los cuatro, 28 de marzo de 1919)

"Levanto acta de las palabras y de las excelentes intenciones del Presidente Wilson; pero eliminan el sentimiento y el recuerdo y es en eso en donde yo tengo una reserva a hacer en lo que se acaba de decir. El Presidente de los Estados Unidos desconoce el fondo de la naturaleza humana. El hecho de la guerra no puede ser olvidado. América no ha asistido de cerca a esta guerra-durante los tres primeros años; nosotros, en este tiempo, hemos perdido un millón y medio de hombres. Ya no tenemos mano de obra. Nuestros amigos ingleses, que han perdido menos que nosotros pero lo suficiente para haber también sufrido mucho, me comprenderán. 
Nuestras pruebas han creado en este país un sentimiento profundo de las reparaciones que se nos deben. Y no se trata sólo de reparaciones que se nos deben. Y no se trata sólo de reparaciones materiales, porque la necesidad de reparaciones morales no es menor. Las doctrinas que acaban de ser invocadas permitirían, si se interpretasen rigurosamente, que nos rehusasen también Alsacia-Lorena. En realidad, el Sarre y Landau forman parte de Alsacia-Lorena."



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